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miércoles, 28 de junio de 2017

CALYSTEGIA SEPIUM

Lejanos ecos de una blanca trompeta vegetal
     
Calystegia sepium - Corregüela mayor - Ezkerte zuria 
Calystegia sepium - Corregüela mayor - Ezkerte zuria 

Era una tarde cualquiera en la lavandería de la clínica con olor a jabones y lejía. En el gran bombo la ropa de los enfermos gira y, a cada vuelta, sale el agua jabonosa por los orificios gorgoteando. Un niño rubito corre y ríe entre los grandes hábitos blancos de las monjas ocupadas en vigilar la ruidosa máquina y en poner las sabanas entre los rodillos de planchar. Las monjas lo esconden bajo sus haldas y, mientras se lo pasan de unas a otras, preguntan juguetonas dónde se estará. Era la diversión de algunas tardes al salir de la escuela, antes de ir a jugar con los niños del barrio. 
Aquellas grandes sayas campanudas se me enredan en el recuerdo con estas grandes flores blancas de tallos envolventes.



Calystegia sepium - Corregüela mayor - Ezkerte zuria 






Estas grandes gorretillas, corregüela mayor, ezkerte zuria en euskera, llevan en el nombre el detalle que las distingue: la corola blanca tiene en su base el cáliz con dos brácteas en forma de tejado a dos aguas, calys-tegia en griego. Además, el nombre específico alude a la habilidad de sus tallos para enroscarse por los tallos de los setos, sepium, en sentido antihorario, hecho poco frecuente en plantas trepadoras. 
Por aquí, más que por setos, la he visto encaramarse por los tallos de hierbas, carrizos y las colas de caballo, abundantes en el barranco de las Tres Fuentes.


Calystegia sepium - Corregüela mayor - Ezkerte zuria 







Este nombre, calystegia, tan griego y descriptivo se lo inventó el médico y botánico escocés Robert Brown (1773-1857). Este médico y botánico, en un viaje similar al que años más tarde efectuaría Darwin, pasó varios años en la costa australiana recolectando plantas, que al regresar analizó, clasificó y cuyos resultados publicó en 1810 en un Prodromus (ver pag. 483). 
Brown, además de examinar plantas al otro lado del mundo, observó en el microscopio el movimiento de partículas contenidas en una gota de agua atrapada en una roca ígnea de cuarzo. No podía ser algo vivo, pero se movía. A este fenómeno se le llamaría luego movimiento browniano y daría pie a la confirmación de la naturaleza atómica de la materia


Calystegia sepium - Corregüela mayor - Ezkerte zuria 




Mientras tanto, estas gorretillas, a lo suyo siguiendo el mandato universal: creced y multiplicaos.  
Parece ser que ésta es la única calystegia que es autocompatible, que se puede autofecundar, pero curiosamente necesita de insectos para hacerlo. Y a la vista está que éstos dejan con frecuencia el sello de su dentadura. 
Otros visitantes no son tan aparentes, como lo es el virus del mosaico del pepino. Este virus en las plantas, como en los humanos otros virus, no tiene tratamiento y desde las gorretillas se puede transmitir a todo tipo de hortalizas
¡Y hasta ahí podríamos llegar! 
    


   
             
Calystegia sepium - Corregüela mayor - Ezkerte zuria 





Pero erradicar estas grandes gorretillas no es sencillo: se defienden. Por de pronto, los tallos llegan a crecer hasta cuatro metros en un verano y hay momentos que crece a centímetro por hora. Las raíces se propagan mediante rizomas, de los que crecen nuevos tallos, llegando a desarrollarse hasta dos metros por temporada. Por otra parte, la raíz se hunde en terreno húmedo a tanta profundidad como la altura que alcanza. 
Sin herbicidas eficaces, se ha recurrido a otras plantas para frenar su expansión en las huertas, como el trébol de los prados, o a hongos que actúan como herbicidas, micoherbicidas


   

    
La vida sigue, las plantas crecen, los capullos de despliegan y los niños se hacen abuelos

Calystegia sepium - Corregüela mayor - Ezkerte zuria       

martes, 13 de junio de 2017

PULMONARIA LONGIFOLIA

Ramos saludables de flores azules y sonrosadas, esparcidos por el boscaje de la sierra

Pulmonaria longifolia
Pulmonaria longifolia


Para encontrarme con la pulmonaria, he tenido que ascender a la sierra y perderme entre el boscaje. Así que me ha hecho falta llevar los pulmones bien ventilados. Por esto pues, no sé si las propiedades curativas de la pulmonaria se deben a sus componentes bioquímicos o al ejercicio pulmonar que se debe hacer para dar con ella por aquí. 
¡Con lo fácil que se tiene a mano en San Sebastián, en las escaleras que suben al Ulia!




Pulmonaria longifolia






Pues sí, los poderes curativos que se le atribuyen los lleva hasta en el nombre. Según la farmacopea popular, serviría para asuntos tan variados como las afecciones pulmonares (por sus virtudes emolientes y expectorantes), la afonía o las heridas e hinchazones mediante compresas.  Es que sus demás virtualidades son bien diversas: demulcente, remineralizante (silicoterapia), antigonadotrofa, antidiarreica, antihemorroidal y como diurética. 
Entiendo que la pulmonaria, según la Wikipedia, debe ser toda una rebotica pintada de azul.




Pulmonaria longifolia





El hecho de ponerle un nombre tan medicinal a este género de plantas se lo debemos a J.P. de Tournefort (1656-1708), creador del concepto de género, según la clasificación de las plantas por su forma de fructificar.  Supongo que Tournefort atendió a los usos que se daban a estas plantas para colocarles este nombre que aparecía en un tratado de botánica del S.IV, debido a Flavius Vegetius Renatus (“Si deseas la paz, prepara la guerra”): el “Digesta artis mulomedicinae”. Es, en realidad, un tratado de veterinaria referida a los mulos y caballos, conservado por medio de una copia en un delicado códice miniado, que difícilmente debió de ser usado en cuadra alguna.



Pulmonaria longifolia



Tan antiguas, reconocidas, veterinarias y múltiples virtualidades curativas, alguna eficacia cierta han debido de tener. 
Ahora se conoce que la pulmonaria tiene numerosos componentes bioquímicos que explican los profusos tratamientos populares y ahora más formales. En el estudio de las Plantas Medicinales de la Península Ibérica e Islas Baleares se enumeran: mucílagos (excipiente médico), flavonoides (antimicrobianos, anticancerígenos o cadiosaludables), la alantoína (cicatrizante), rosaponina (antibacterial), taninos (antiputrefacción, curtido de pieles) y ácidos fenólicos: ascórbico (antioxidante), silícico (asimilación del calcio), entre otros. 
Así que en un plis plas pasamos de la rebotica al laboratorio aséptico.

Pulmonaria longifolia







Las molestias que se toma la pulmonaria en producir este cúmulo de productos, podrán hacer creer los creacionistas que es su tributo al rey de la creación, el homo sapiens sapiens. Pues no, por su medio se defiende de agentes externos como los rayos UV o resultan una protección contra ciertos hongos. Así mismo pueden ser un atractivo para que los insectos les ayuden a tener una polinización cruzada. Esto en concreto, creo que algo tendrá que ver con la variabilidad en el tamaño de los estambres (heterostilia) a un lado y otro del Pirineo; que ya se vendría dando antes de que nosotros apareciéramos por aquí, digo.

   




Otra planta medicinal más que nos pone en la pista de remedios eficaces y rigurosos

Pulmonaria longifolia