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viernes, 19 de septiembre de 2014

ASTER WILLKOMMII

Estrellas azules con nombre de botánico alemán

Aster willkommii
Aster willkommii


No recuerdo la fecha, pero sí el lugar en donde me fijé por primera vez en esta especie de aster, una estrella azul. Fue subiendo hacia un arco natural, el situado más al este de la sierra, sobre el camino abierto por los cazadores. 
Este verano ha florecido con profusión por las laderas de Laiazeta, por Bordeguilla o por el Barranco de la Plana, entre otros muchos lugares herbosos y bien soleados. Aunque ya se ve en julio, es sobre todo en agosto cuando por aquí lo puedo ver en multitud de lugares. 


Aster willkommii


Quizás el verano de 1850, este áster azul también floreciera con tanta abundancia, pero Heinrich Moritz Willkomm no llegó a verlo cuando pasó por Liédena, porque aún no había comenzado el verano; no tuvo ocasión de identificarlo entre las 28 plantas que distinguió en esta zona y que anotó en su Sertum Florae Hispanicae. A este eminente botánico alemán se debe que Liédena y Yesa figuren en una obra clave  en el estudio de la botánica hispana. Y no la encontró hasta Teruel, cuando el verano estaba bien avanzado y no podía saber que al poco tiempo esa planta perpetuaría su nombre en los listados botánicos en reconocimiento a su labor científica.

Aster willkommii



En su recorrido entre Pamplona y Jaca, el 17 de junio Willkomm anotó que durmió en Liédena: “un pequeño lugar situado sobre una colina de margas y pendientes pronunciadas” (Botanische Zeitung 08, pág 387). 
Pero antes, al superar el puerto de Monreal (hoy, de Loiti) se había sorprendido “a la vista repentina de los dentados picos nevados del Pirineo Central”.  
¡Vamos!, lo mismo que nos ocurre hoy día, que al superar Loiti, aunque vamos en coche por la autovía, nos maravillamos con la vista del Pirineo; como de postal.





¡Ah¡ Pero el viaje aún le deparaba más sorpresas: el Puente del Diablo y la Foz abierta por el rio Irati. A su vista se presentó “una larga y profunda brecha abierta en la roca caliza que forma un desfiladero pintoresco e inaccesible”.  A caso, viendo el puente destruido por Espoz, recordara la semejanza con el Puente del Demonio pintado por su compatriota Caspar Wolf
No hay duda de que guardó la referencia de este puente, que le sirvió para localizar varias plantas que florecían en el momento de su paso, como la fragante clavelina, que hoy aún admiramos: “Dianthus hispanicus: Ad fluvium Irati loco Puente del Diablo (Nav.)”.  
Aster willkommii


Aster willkommii














Y ya camino de Yesa, se paró a estudiar la vegetación de las margas grises donde encontró, como lo haría aún ahora, mirasoles, achicorias azules o la delicada hierba pincel. Por el fondo del valle, hoy ocupado por la autovía, encontró fresnos y robles; alguno se ve todavía por los terraplenes cercanos. Parece ser que se encontró por primera vez con el Senecio doria que ahora debe de ser escaso, pues todavía no lo he visto.











Junto al viejo itinerario romano, hoy autovía, se asienta Liédena, el pueblo de la mansio de descanso  en la calzada, 
y donde hay estrellas azules que brillan durante el día.
Aster willkommii

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